Marita Troiano
Lingüística
Como adverbio de modo
aprisa o lentamente
voy a saciar ganas insomnes de hace tiempo
desde mi antiguo pretérito perfecto
cuando soñaba que
sin abreviaturas y en lengua castellana
te lamería entero
a trote lento o en franca cabalgata
de los pies a la cabeza
en conjunción copulativa
mitad poética mitad metalingüística
misma canina
consonántica con tu verbo sustantivo
con pronombres numerales en mi esencial lamida
en compuesto y descompuesto predicado
eternamente retenido en mis papilas
irreflexivo el verbo
intransitivo por siempre entre mis labios
Y a mitad de la tarde
sellar con mi sudor tus poros
regalarte otra piel
para que sustantivo en mí tú crezcas
consonante acentuado
mientras prosigo en mi afán por recorrer
de modo imperativo y con insubordinación
tus jerarquías
en vocales abiertas o diptongos
por obsesión retórica
capricho posesivo
perjuro en indicativo
O simplemente…
por ampulosidad
de la Real Academia de mi Lengua.
Algunas sugerencias con que escribir poesía
Si no existiera el papel ni los papiros de ayer
los pergaminos las piedras… o las tintas
¿De qué forma escribiría poesía?
Tal vez
Sobre una espalda tibia con mi lengua humedecida por tus besos
Contra una pared blanca con los bordes ondulantes de tu sombra
En la piel violenta de tus muslos con una aguja imantada
En las lisas piedras del jardín con mi sudor y mis lágrimas
En la curvada cáscara de un huevo con trozos de carbón
Sobre la arena clara con el temblor de mis dedos cuando miras
En la palma indescifrable de mi mano izquierda
moviéndose sus líneas hacia tu destino
En tus nalgas con mis uñas largas
Sobre la corteza de un árbol con el viento de mayo y un cuchillo
En aguas cristalinas jugando con tu reflejo
En tu boca con la mía
En tu nuca con mi aliento
En el aire con mis alas
En mi barriga blanca con tus sueños.
Solo un beso
Cualquier cosa por un beso de tu boca
De esa tu boca que invento siendo mía
Un beso húmedo
Entibiado
Un beso hirviendo
Un beso lento
Insomne
Apresurado
Irreverente
Sendas de perlas llamando a viva voz la sangre
con los labios
Un tormento de glándulas por excesiva adrenalina
Cualquier cosa por un beso de tu boca
Con colores el geranio
Teñidos de ternura
Con aromas de sándalo
Textura de piel de los duraznos
Un himno indostánico sin fatigas
Cualquier cosa por un beso de tu boca
Un beso simple
Complicado
Largo
Entrecortado
Un beso halcón beso paloma
Entrelazados los alientos
Perdida en el vacío la cordura
Cualquier cosa por un beso de tu boca
Un beso que hable lenguas muertas
Lenguas vivas sumidas en un ritmo inverosímil
¡Un beso pronto!
Antes de la censura de los jueces
Antes de que me borres de tu vida.
En lo esencial
…no hago cosas distintas al resto de la gente
(bebo duermo me despierto tengo insomnio alguna vez sonrío indiferente)
Extasiada contemplo a las hormigas con una candidez sin presunciones
Hago el amor voraz a veces triste
Maldigo los impuestos
Creo enfrentar al mundo desde un banco de yerba
Y al caminar deprisa… me suda como a usted la frente
Ser poeta no me vuelve diferente
Digamos… en un sentido estricto
… apenas algo rara por las noches
Cuando miro a la luna cara a cara y me carga de presagios
Y latiga mi faz Y con su luz me embriaga
Cuando aspiro del campo sus olores
Y me nace un océano de decires
Cuando el fuego deja marcas en mi sombra
Cuando ensayo danzas con la aurora
Cuando esparzo mi cuerpo en una playa
Cuando remonto el infinito con un beso
Cuando columpio mi todo al borde de quebradas
Después… en lo esencial
Soy igual al resto de la gente
A veces pulcra a veces despeinada
Cruzando calles ciegas saltando cercas altas
Asombrada Conmovida
Desterrada de mí misma
Peregrina de cafés
Testigo de crímenes
Agudo protoplasma en una esquina
Esperando los fríos días del invierno
Al calcular destino en indulgentes cábalas
Verán… ser poeta no me vuelve diferente
Salvo… cuando desesperada
Al filo de desnudas madrugadas
Quiero ser flor
Quiero ser piedra
Arena águila
Y muero un poco más
por tanto desear ser tantas cosas
y mis mejillas a diferencia de otras
se tornan transparentes.
Viracocha
En noches quietas y en lo alto
Viracocha espera a fundar un nuevo día
masticando tabaco
Luce un collar de conchas en el cuello
Y en los tobillos… tiene atadas
seis mágicas mazorcas de maíz
Curanderos de Chincha y Las Huaringas
asumen el control del universo mientras tanto
Con sus puntas de acero
Con maracas de sonoras semillas
Con rezos incesantes
golpeando noche de narcótica ayahuasca
y cifrada obscuridad
El templo de las tres ventanas
alberga al cóndor que venció al viento
con el poder de sus inmensas alas
Y Viracocha dios cobrizo
Con las trenzas muy largas
atadas a multicolores cintas sin tiempo
anima el vuelo complacido
No está sentado en una gran silla de oro
Ni en un magnífico trono de ébano y marfil
El gran Viracocha reposa sobre la Roca del Tiempo
La piedra importante de donde brotó el agua
la primera vez
Soy el dios Viracocha exclama
Quien fabricó el sol, la luna y las estrellas
Soy el dios del río y de la lluvia
Soy quien es Todopoderoso en las alturas
… sin embargo
Allí abajo
En cada amanecer
Debo andar con cuidado
(y muy deprisa)
Tanto
Que parezca que soy de aire
Y que no tengo carne ni huesos que matar
(sí le han advertido, hace buen tiempo,
chamanes de Chincha y las Huaringas).
¿De dónde vine?
Una tarde de febrero
Deslizándome en cubículos de arena
Ascendiendo por vía umbilical
Obviando fríos de nieve subterránea
¿De dónde vine?
Venciendo gravedades de la piedra
Rozando la bruñida seducción del espejo narcisista
Sumida en un amnésico desvelo
Al contemplar tanto y temprano
Con un desnudo asombro ante la perfección del sépalo
la magia del océano o el eterno elipse planetario
¿De dónde vine pues, con tatuajes arcanos en la palma de la mano?
Con augurios de antiguos y extraños abalorios
Que remiten al signo de renovada semilla
Esa que baja al surco y se queda sin tiempo
en este mundo extraño construido de palabras
de noche honda encapsulada en el neón
de corazón de magma latiendo desquiciado
*
Desde esa tarde
Cuando llegué sin saber de dónde
Soy parroquiana segura de la luz, de húmeda tierra
del agua fresca
Forastera de tinieblas acechantes
Y siempre por siempre ajena a epítetos de feria
Y cuando el sol se anuncia como suele suceder cada mañana
vuelvo a ser la niña de ojos claros, feliz, descalza, con las trenzas deshechas
Buscando abecedarios nuevos
que descifren enigmas del odio y del amor
Y siempre… como una letanía pregunto a viva voz
por qué habita mis pupilas esa visión sagrada de las cosas
Cómo germina aquel sentir extraño que baja a las estrellas
Y siembra rosas en lo alto
Siguiendo los dictados de un oráculo vibrante
que me trajo hasta aquí
y hace mi mundo raro.
Marita Troiano. Poeta, narradora y ensayista peruana. Sus poemarios incluyen Extrasístole (1999), Secreto a veces (2003), La historia según la poesía (2005) y Ad Libitum. Antología poética personal (2006). Como narradora ha escrito La noche anterior (2001) y Las increíbles aventuras de Rafo, Mati, Nico y Esperanza (2008). Es autora de la antología Mujer y Poesía (1997) y del ensayo Dando ansí por ty, soy toda erranza (2010). Dirige la Comisión de Escritoras del PEN Internacional del Perú y publica el sello editorial Carpe Diem.