Seis poemas

Almudena Gavala Alústiza

 

 

 

I

 

He conocido la locura, vengo de hablar con ella,
que todo fue un mal sueño.

 

He conocido la locura, vengo de llorar con ella,
me dice que hace tiempo murió el sentimiento,
me dice que era ella quien lo creaba en el espejo.

 

He conocido la muerte, vengo de pedirle que vuelva,
de dejarle que entre,
que sea compañera,
y me dice que no hay sitio
porque la pena ya vive conmigo.

 

He conocido tu rostro, vengo de recordar su esencia,
y me dice que no llore,
y me dice que no muera,
me dice que no le dibuje
que no le sueñe, ni le quiera,
me dice que no me conoce,
me dice
que no me conoce.

 

 

II

 

Tengo una triste sensación
de estar fuera del mundo,

(lo confieso ahora que te has ido).

Sé que me lo descubriste en la mirada,
en esa cadencia que tienen mis ojos
que solo brillan cuando están solos.

 

Tengo la triste sensación
de estar sola en el mundo
y de no rendirme en este juego macabro,
¿cómo abandonarse a uno mismo,

cómo cometer inmenso delito?

 

Desde entonces me acompaño,
me acompaño en todos mis ratos
por imperativo moral
por amor propio
porque voy desprovista de coraza
porque soy un ser sensible

un pequeño ser sensible,

porque me lo pide el brillo de mis ojos.

 

 

III

 

Pese a todo queda la puesta de sol en tus ojos
y el cielo anaranjado en mi frente,
las gotas de lluvia resbalando por mis muslos
el silencio de las tardes de invierno
los paseos hacia ninguna parte
y los pequeños regalos
que me dejo en la almohada.

 

Pese a todo pongo la alarma todos los días
y sonrío cuando se abre la puerta,
tiro los dados, respiro
espero. Observo y somos todos.

 

Pese a todo, todos los días pongo la alarma.

 

Queda la suerte de haberte conocido.

 

 

IV

 

Entregamos nuestros cuerpos sin reparo
cotidianos en este primer encuentro
visceral e impulsivo
desvergonzados
instintivos
jóvenes
y hablamos del mundo y hablamos de sexo
con la infinita convicción de que ambos son nuestros.

 

Entonces intercambiamos nuestros cromos
usados,
rotos
repetidos
infravalorados
sin saber si somos o no felices
ni cuánto tiempo durará este juego
ni cuantos años hemos perdido
porque nada de esto importa.

 

 

V

 

Todas las cosas y todos los detalles
están en el mismo sitio
todos los días,
giramos alrededor de ellos tan rápido
como giran nuestros sentimientos buscando el amor
y solo una pequeña parte de nosotros
se da cuenta
de que vemos el mundo
con una pequeña arista del alma.

 

Llevo años contemplando todas las caras del parque

 

A veces sucede que nos sentamos a describir el mundo
y lo vemos completo,
y en esa inspiración nos sentimos vivos
y en ese deseo queremos quedarnos para siempre
porque nuestro fue el paraíso.

 

 

VI

 

No has aparecido por sorpresa,
he vuelto a caer
en el laberinto de los deseos.
No camino hacia la salida
soy vieja,
como todos mis anhelos
si me descubro frente a ti.

 

Por ese motivo doy vueltas
como las ganas detrás de las ideas,
por ese motivo hay un arco de distancia
para mantenerme lejos,
inmune,
volátil,
dispersa,
dormida
de toda realidad externa
que me quiera acariciar el cuerpo.

 

 

 

Almudena Gavala Alústiza es una autora española. Ha publicado el poemario La cajita de música (2016). Colabora con revistas tales como Trece Trenes, Adiós y Ellas dicen. Actualmente, escribe en la revista literaria Tántalo y en el blog: http://laautocaravana.blogspot.com. Es guionista de radioteatro y autora del microteatro Salón de té. Miembro de la Red de Arte Joven de Madrid con la que realizó varios recitales de poesía, obra propia, en los años 1998-2006.