Sobre herraduras y otros poemas

Regina Ramos
 
 
 

Sobre herraduras

 

Tengo el magnetismo del campo estampado en la remera.

Aro cuando taconeo la hoja que va rumiando

 

La Femme Natura Fatale.

 

Son chistosas nutrias pulso y palabra

que se zambullen presurosas ante la amenaza del olvido y

arrastran tierra hacia adentro de la letra.

Sobona en los garrones se me engancha algún verso

a veces se posa cabizbajo como un tordo,

tordo verso reflexivo.

Pieza del puzle de la noche bohemia

o águila posada en el ombú existencialista.

 

Soy de madera

acacia

de pasto-gramilla.

Tengo las manos ásperas con aroma a eucaliptus

pero a veces madre selva.

 

La mujer bicho.

 

Negada de elegancia

con desolación de tapera y robustez de monte.

 

Para mí no se hizo la esbeltez o el histrionismo,

sí un objetivo y un intento.

Hay un manto de pradera que recubre una pieza

esa que solo muestro cuando asoman los dientes

cuando burla la ciudad:

valor.

 

 

Telaraña

 

Escribir porque no alcanza rezar.

Tejer el pentagrama sedoso por los huecos

que están entre los dos secretos.

Ciega en un ángulo blanco la estrategia

porque la sabiduría llega cuando no sirve para nada.

En el vidrio espejado de la copa que soporta

la pirueta se proyecta

la de los dedos ansiosos por sentir.

Escribe porque no le alcanza con rezar.

En el tejido inútil

atrapa los juguetes con los que aprenderá a morir.

 
 

Hambre

 

(La) Pizarnik es una pajarraca de plumas azules

Y pico de tinta.

Raíz zaguera

pueblerina

en Times New Roman 12

que puso sobre la mesa la receta llamándola escorial:

hubiera querido ser Rimbaud o Baudelaire pero sin sus sufrimientos, qué vivo. 

—¿Puedo escribir del hambre?

—No.

Entonces escribo:

antojo de olvido.

 
 

 

Displacer

 

Se pierden las formas

con un sobresalto de nitidez.

El cuerpo es el que habla todo el tiempo

un cuerpo es una biblioteca incendiándose.

Luego de haber arañado el sentido

queda la presa del cansancio,

presa entregada 

al llanto rabioso

por haberlo todo.

 

Presa de amor.

Esclava del paraíso.

 
 

Nota de tópicos

 

Me escribieron en la mano lo que necesitaba.

Tres líneas de un triángulo abierto.

Abiertas las caderas pronunciando el gusto de otro.

Tenemos al otro rígido en un nombre 

que aprendimos a llevarlo a la boca

o evoca esa noche

con el nombre impronunciable 

o cuando se juega al serio con un vaso huellado.

Me escribí en la mano la receta o lo necesario

de esa noche como de casi todas las noches

en que quedo sola con mi nombre 

y no prendí la luz.

Cociné con lo que tuve

a mano

algo para consolarme.

 
 

Migas

 

Tomar recuerdos.

En la certeza se concentra un sabor

no la apetencia.

Todo desecho es intento

galaxia o añicos.

Limpiamos para volver a ser

y así lo único constante

es el hambre.

 
 
 

Regina Ramos es una autora uruguaya. Ha publicado los poemarios 23 veces Out (2017) y Señuelo (2020). Coeditó Antología de poesía ultrajoven, En el camino de los perros (2016-2021). Participa del grupo de investigación (GILFU) sobre el cuento fantástico uruguayo, publicando trabajos sobre Adolfo Montiel Ballesteros y Armonía Somers. Reside en Montevideo.