Alicia Aza
Equilibrista de recuerdos
Fui lágrima fetiche
de tus ojos de asfalto.
Un banco de corales
para tus labios rotos.
Fui la fiel trapecista
que disipó tus miedos.
Domadora de lunas
con látigo de seda.
Y me recuerdo aquí
derrotada amazona
frágil malabarista
de un circo itinerante
de ilusiones caducas
donde un débil payaso
me robó la esperanza
y no supo alcanzarme.
Desencuentro en la carpa
Somos como payasos
que no se reconocen
bajo los rostros pálidos
maquillados con ira,
roja sonrisa efímera.
En la carpa desnuda
donde ya nada ocurre
hundimos nuestro aliento
en juegos malabares
con mazas sin memoria
y aros que no regresan.
El frío perenne surca
los disfraces grotescos
con nuestros cuerpos rotos
entre las acrobacias
de la muda comedia
y el eco del olvido.
Augusto
gradas inconsistentes
del circo de tu vida.
Entrégate a ti mismo
jinete luminoso
de las hazañas tristes.
Deja que huya el caballo
fantasía de la noche
exiliada entre antorchas
y cuelga en el trapecio
los tules elocuentes
del fin de nuestro pulso.
Nos quedará la risa
de los viejos payasos
en que nos convertimos
las tardes seductoras
en la pista sin alma
de fatuos horizontes.
Alicia Aza. Autora española nacida en Madrid. Entre sus poemarios se encuentran: El libro de los árboles (2010), El viaje del invierno (2011) y Le ombre sparse —Las sombras derramadas— (2012). También ha publicado la edición serigráfica La estación fría, ilustrada por el pintor Francisco Escalera (2011). Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense. Ha sido profesora en la Universidad Rey Juan Carlos, y es Miembro de la Asociación Colegial de Escritores de España.