Una delicia de voces y sensaciones

Odahilda Jimeno Malavé

 

 

La vida, ese caleidoscopio donde magia y poesía construyen mundos.

William Shakespeare

 
 

Una delicia de voces y sensaciones se condensan en los talleres de CUNY, organizados por Inmaculada Lara Bonilla, directora del Instituto de Escritores Latinoamericanos (LAWI) de Hostos Community College, y Nora Glickman y Alejandro Varderi, coeditores de Enclave. Aquí la magia de la poesía, el cuento y la dramaturgia discurren a través de países y continentes, compartiendo y enlazando las artes.

Este escrito conjuga algunas de las nutridas impresiones de quienes disfrutamos de la estupenda experiencia de los talleres en el verano de 2022, por lo que podemos afirmar que, sin lugar a dudas, ellos son un reto que todo artista debería disfrutar.

Al igual que yo, Pablo García Gámez fue atraído por el taller de poesía, donde liberó “los cinco sentidos en el espacio abierto”. Gratamente nos encontramos con la poco convencional y tenaz artista y narradora cubana Jacqueline Herranz Brooks, nuestra coordinadora. Jacqueline sacó a todos los participantes de su zona de confort, salpicándonos con su curiosidad, sencillez y férrea ansia de libertad, y llevándonos a impensados escenarios de la Urbe y a formas poco ortodoxas de vivir la propuesta de este taller de Acción Poética.

Pablo García Gámez comenta: “En realidad, en las primeras sesiones estaba perdido: claro, esperaba un sistema paso a paso, un objeto específico para estudiar. Fueron tareas extrañas salir a la calle y fotografiar lo que me diera la gana, lo que me llamara la atención. Como clásico Virgo, me preguntaba ¿Dónde va el texto? ¿Cuándo lo desarrollo? ¿Cómo va con la imagen?”

La voz del poeta a través del viento, algo distinto, la poesía al alcance de la calle: menos poesía y más ganar espacios. La proyección de una improvisación planeada, un performanceen el acto de escribir y de transmitir. Poesía, mensaje, fotografía y sonido, todos listos para ser introducidos en una plaza, una acera, un buzón, un parque, un muro, en cualquier parte de la ciudad, simplemente expuestos al otro y a uno mismo… con conciencia e intencionalidad clara del por qué, para qué y cómo intervenirlo, poesía compartida con un espectador-lector.

Se trataba de atreverse a enfrentar el propio pensamiento e intervenir, como el poeta callejero, entregando su obra a la calle, más allá de sí mismo y de su función de escritor per se. El reconocimiento de la acción creadora del poema mismo, sin autoría, la literatura escrita versus el escritor que pone el cuerpo en la calle, transformando su acción de escribir en un campo abierto, anónimo, que busca integrar espacios y formas de representación para alzar la voz dentro de su propio yo y con la comunidad.

Nos enriquecimos con las intervenciones del grupo de escritores y poetas, navegando a través de un mensaje reflexivo sobre la libertad y la paz en los buzones de una comunidad residencial, una imagen y una palabra en lenguaje quechua para levantar la voz, un poema a partir de un camino de libros con vista aérea al campo, estaciones de sonido sobre eventos cotidianos de las calles, un oráculo entregado en medio de la naturaleza, entre otras experiencias.

En tal sentido, Janeth Toledo apunta: “Desde lo que para mí fue una ventana, que se abre de a poco, como se abre una mano que ha estado mucho tiempo cuidando que no escape de ella un insecto, hasta que al fin vuela; miro con emoción cómo la experiencia poética en los talleres de creación literaria CUNY, desplegaron las alas. Ellos fueron un mundo abierto en el que aprendimos a volar. Un taller de intervención poética para apropiarse del jardín, para iluminar la casa o ventilarla. Para pasar de la inmovilidad que supone la lectura y la escritura, a la acción; e inventar activas formas que dialoguen con el cuerpo, con el espacio en que se habita, en interacción con la comunidad. En esa acción colectiva, la presencia sensible de Jacqueline Herranz Brooks ha sido la bisagra, el marco que permitió juntar las piezas y ponerlas en movimiento. Nos llevó al abismo de los sentidos desde su propia percepción y conocimiento. Echó la casa por la ventana de nuestra imaginación, con agudeza y simpatía. Asistimos con complicidad a lo que las clases nos proponían una vez por semana, a la búsqueda de recursos creativos para construir nuestras propias historias. A otras miradas. El taller fue quizá la enorme posibilidad de abrir múltiples ventanas”.

Por otra parte, el taller Reescritura de los Cuentos de Hadas nos permitió a los talleristas un derroche de ingenio y versatilidad. El manejo virtuoso de algunos personajes de cuentos clásicos que conocemos desde la infancia transformó los temperamentos y circunstancias de los personajes, llevándolos a tomar acciones y a cambiar sus antiguas concepciones, sumergiéndolos en la mentalidad de este tiempo.

 

 

La coordinadora de este taller, la escritora boliviana Giovanna Rivero, se sintió “enriquecida”, nos comenta: “¿Quién no ha escuchado alguna vez un cuento de hadas? Sobre esta memoria cultural compartida decidimos trabajar. Fue así como construimos personajes con horizontes existenciales contemporáneos, pero con la fuerza de la magia que permea los cuentos tradicionales. (…). La producción de textos fue deslumbrante”.

La reescritura de cuentos les dio un giro a las situaciones tradicionales, impactando con unos finales nuevos y sorprendentes. Una de sus participantes, Eva Manzano Plaza, vivió una experiencia “positiva, profunda, de una gran riqueza literaria, de la mano de su coordinadora…”

Finalmente, el taller Escribir una Escena, coordinado por la directora teatral venezolana Aminta de Lara, ofreció bases teóricas aplicadas a la práctica. Ello, entregando recursos de dramaturgia, con los cuales sus participantes llevaron a cabo la transformación de sus pequeñas obras personales guiados paso a paso, para alcanzar la producción de una escena. Durante la experiencia, la participante Victoria Freire adaptó un pequeño guión, al teatro. El taller la nutrió de un valioso conocimiento práctico. Su sentir nos expresa mucho: “Una ventana maravillosa, abrir el conocimiento para quienes están comprometidos con el arte”.

Algunos participaron en los talleres CUNY por segunda vez, como Rocío Uchofen, quien define los talleres como “un regalo de creatividad”, un espacio para “dialogar con otros creadores y con instructores de primera”. Sus palabras condensan lo que es el cierre de los talleres, una puesta en escena impactante, donde todos exponen sus mundos, la posibilidad de apreciarnos unos a otros, de saborear la creación y registrar un recuerdo vivido para motivar futuros proyectos.

Nuestro agradecimiento más especial a la comunidad de CUNY, a la artista y narradora Jacqueline Herranz Brooks, a la escritora Giovanna Rivero y a la directora teatral Aminta de Lara. Igualmente, a los compañeros y amigos talleristas, quienes hicieron para mí y para todos, de esta experiencia, una actividad memorable… una inspiración.

 

Presentación final de los talleres de verano 2022

 
 
 

Odahilda Jimeno Malavé es una historiadora, investigadora y autora venezolana. Trabajó durante muchos años para la Cancillería Nacional de Venezuela. Actualmente se dedica a la escritura, y a la orfebrería que es una de sus pasiones. Tiene un libro de poemas inédito, y está en el proceso de escritura de su primera novela (género fantaciencia). Reside en Caracas.