María Clara Salas
1.
El día del encuentro
se engarzó la joya de la lluvia
como un anzuelo al río
Entiendo
−una vez más−
que las emociones son el último vestigio
de un caudal roto
ávido de restauración
2.
La ciencia pura hace su trabajo
controla el fuego del bosque
Desconocemos el origen del incendio
cualquier ráfaga de viento
puede desatarlo
¿Cuándo el agua retornará a su frescura?
¿Cuándo la sed dará paso al olvido?
Locos somos
Solo en contadas ocasiones
tomamos en serio la cordura
3.
Empieza por alguna parte
−el imperativo es para mí−
Es el amor
que nos mejora
y desmejora
el que arrasa y quema los campos
el de la cosecha y la mies
¿Dónde estabas?
¿Hacen falta palabras cuando
la piel traspasa el volumen del silencio?
Interpretas
el descabellado decir del animal
¿Quién renunciaría a él
sin dejar de ser humano?
4.
Lo mundano persigue
como fiel animal
Las palabras
dan la cara
o se entregan al sueño
Si en algún momento se revela lo eterno
de inmediato se transforma en corriente
decisiva
¿Qué significa estable?
A tientas se desplaza la noche
La comisura de la risa
es el imán del álamo
Habitamos en bosques de fuego
en cuerpos convulsos donde
crecen las sombras
María Clara Salas. Poeta venezolana. Es profesora universitaria y Doctora en Filosofía por la Universidad Central de Venezuela. Entre sus libros se encuentran: Linos (1989), Un tiempo bajo los árboles (1991), Introducción a la Hermenéutica (1999), Cantábrico (2003) y 1606 y otros poemas (2008).