Ana Lía Werthein
Las obras aquí incluidas, recogen un instante del campo argentino, visto con el ojo de quien retrata la extensión, donde animales e individuos son apenas un punto del paisaje, o un árbol solo crece como todo resto del paraíso perdido. La interacción entre la Pampa y sus habitantes, queda pues documentada en los cuadros de Werthein, tal cual la artista indica, “como un intento incesante de atrapar algo del tiempo real en la tela, detenerlo y capturarlo, dándole fijeza y consistencia en la pintura a un descubrimiento en realidad inatrapable”. Es entonces desde tal imposibilidad que se genera la obra. Ello, sin olvidar el elemento urbano, que aparece igualmente consignado mediante la entrada, a veces apremiante, del oficinista o del automóvil, quedando ambos captados en un ángulo del cuadro, a fin de que el espectador los vea cuando pase de soslayo, como quien mira vitrinas, y al mirarlos se mire a sí mismo, aún a pesar suyo.
Leonor Mendoza
Las fotografías de la serie de esculturas, que Leonor Mendoza ha propuesto para Enclave, también reflexionan acerca de geografías, reales e imaginarias, donde se observan las dinámicas de poder, que el forcejeo entre la naturaleza y el individuo generan, en un sentido amplio y arriesgado. Siguiendo a la artista: “‘Territorios’ se fundamenta en mi realidad y como yo la percibo. Es un recorrido por el concepto ‘Territorio’ a través de sus diferentes facetas —emocional, ecológico, geográfico y político”. Son, entonces, aspectos enfrentados del todo, dentro de un mismo espacio plástico, que actúan sobre la psiquis de un observador atento, involucrándolo en la continua pugna, destrucción y reconstrucción de los distintos elementos que lo integran. La conjunción de materiales, donde la madera y el metal rivalizan en su deseo de expresar, persuadir y seducir, alegoriza la angustia existencial del ser contemporáneo, buscando, en la solidez de tales elementos, una seguridad que no es, pero sin embargo existe, en la imaginación de quien los transita.